Vuelvo por aquí para enseñaros la sesión de fotos que les hice a mis amigas Estela y Ane. Se casaron un super soleado 30 de noviembre, que todas las amigas nos pusimos las manos en la cabeza, '¡¿cómo se os ocurre casaros casi en diciembre?!' y luego tuvimos un día digno de primavera. Por su trabajo no les quedaba otra que celebrar el bodorrio en esas fechas, Estela y Ane regentan el Xef Pirata, un restaurante de Altea con mucho encanto y con unas tapas de autora deliciosas.
Quedamos en que les haría las fotos de la post boda, sin imaginar lo que nos vendría meses después, una pandemia mundial, confinamiento, algo inimaginable.
Por fin pudimos quedar y hacer estas fotos tan bonitas y especiales, por lo menos para mí. Cuando fui a hacer las fotos estaba bastante nerviosa, a pesar de ser de confianza, hacía meses que no hacía fotos, por la situación en la que nos encontrábamos y aparte recientemente había sido madre, por lo que había estado tiempo sin coger la cámara.
Finalmente no podía estar más contenta con el resultado. La verdad, es que ellas me lo pusieron muy fácil, estaban relajadas, tranquilas, y eso se nota. Como veis, van sin maquillar, no fueron a la peluquería, como se suele hacer para las fotos de post boda, aunque hagan un look desenfadado. Ellas prefirieron hacerse las fotos así, al natural, como son ellas.
Hicimos las fotos en el Cabo de San Antonio, en Jávea. Es un sitio que había visitado hacía años pero nunca había hecho fotos allí y me gustó muchísimo.
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